Oraciones a La Santa Cruz de Jerusalén
Esta oración fue encontrada sobre la sepultura de Jesucristo en 1509 y enviada por el Papa al emperador Carlos, cuando partió con sus ejércitos a combatir a sus enemigos y este la envió después a San Felix en Francia.
Quien leyere esta oración, la oiga leer o la lleve consigo, no se quemara, no se ahogará, ni podrá ser envenenado con ningún veneno, caer en manos de sus enemigos o ser vencido en las batallas.
Cuando una mujer en cinta lee, oye leer o lleva consigo esta oración, saldrá pronto de su cuidado, será siempre tierna madre y colocando siempre la misma oración a al derecha de su criatura cuando haya nacido, le preservara de 82 accidentes.
El que lleve esta oración con sigo nunca se vara atacado de epilepsia y cuando se vea caer en la calle a cualquier persona con este mal, basta colocar esta oración a su derecha para que se levante como si nada le hubiera pasado.
El Señor ha dicho que bendecirá al que imprima esta oración para sí o para otras; el que se burle de ella o la desprecie, recibirá el castigo del cielo.
La casa que tenga esta oración se vera exenta de los peligros del rayo y del trueno y el que la diga diariamente, recibirá 3 días antes de su muerte aviso del cielo.
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